10 errores comunes en la búsqueda de empleos ¿Por qué no consigo trabajo?

Buscar un empleo se ha convertido en una de las tareas más desafiantes que existen. Un mundo buscando recuperación económica, elevados niveles de inflación, mayor automatización y digitalización de los procesos, problemas políticos y medioambientales han nublado el panorama para cualquier tipo de profesional. Esto genera incertidumbre y desmotivación, lo que lleva a muchos a repetir los mismos errores una y otra vez.

Sin embargo, son muchas las oportunidades que aún surgen. Por ello, es importante no desesperarse y centrarse en lo que realmente sí se puede hacer, tomando el control. Debes tomar medidas y acciones que te permitan implementar estrategias eficaces que te lleven a conseguir el empleo de tus sueños. A continuación, te dejamos una lista de errores comunes en la búsqueda de empleo y cómo evitarlos.

1. No tener un plan de búsqueda

Como todo, en cualquier faceta de la vida es necesario planificar, hasta la búsqueda del empleo. Al no saber qué metas alcanzar, es posible que empieces a repetir una serie de errores que solo te mantienen en un círculo negativo de malos hábitos. Por ejemplo, puede que solo te postules a ciertas empresas, envíes un currículum mal diseñado o no tengas objetivos claros, limitando la selección por parte de los empleadores.

¿Qué puedes hacer? Empieza por elaborar un plan con objetivos a corto, mediano y largo plazo e identificar el valor que puedes aportar a una vacante. Teniendo esto en cuenta, puedes hacer una lista de empresas a las que puedes aplicar, elaborar un cronograma de solicitudes y entrevistas, así como tratar de abarcar todos los portales presenciales y en línea donde se consigan vacantes. Planificar es la clave.

2. No tener un perfil profesional definido

Uno de los errores más comunes en la búsqueda de empleo es tener un perfil profesional disperso, es decir, que no está orientado a un área en concreto. Por lo general, es una situación que ocurre cuando los postulantes se han desempeñado en distintos cargos o sectores, lo que los hace tener una hoja de vida muy variada. Entonces, al momento de hacer la selección, son los currículums que pierden relevancia.

En estos casos, lo que se puede hacer es adaptar el currículum a cada trabajo que solicites, ya que cada oferta es diferente y los requisitos se adaptan a cada empresa. La idea es que puedas indicarle al empleador porque eres el mejor para la vacante y que te has tomado el tiempo de personalizar el currículum. Una recomendación muy efectiva es realizar un pequeño encabezado en la hoja de vida que te defina profesionalmente y resalte tu valor.

3. No aprovechar las redes sociales y plataformas en línea

Una de las herramientas disponibles para encontrar trabajo son las redes sociales y las plataformas en línea. Estas se han convertido en un instrumento poderoso de contratación que beneficia a las empresas y a los postulantes. Sin embargo, muchas personas no se han dado de alta, no tienen perfiles profesionales y, si los tienen, están vacíos. Al no tener perfil en LinkedIn o en otras plataformas, pierdes visibilidad y una gran cantidad de ofertas.

La recomendación es tener un perfil que te permita interactuar, crear una red de contactos y mantenerse al día con las tendencias. Sea cual sea la profesión y la experiencia laboral, las plataformas en línea son una excelente herramienta para conseguir empleo de forma efectiva y ajustada a tus necesidades. Sin duda, complementan la forma tradicional de enviar currículums o ser recomendado por amigos o familiares.

4. Tener errores en el currículum

Aunque parezca extraño, uno de los errores más comunes al momento de buscar empleos son los currículums más diseñados o redactados. En ocasiones tienen un aspecto poco profesional, errores ortográficos o tipográficos e incluso de gramática. Para no seguir cometiendo este error, prueba las siguientes recomendaciones:

Pide a un amigo o compañero que tenga conocimiento, que revise la redacción del documento. Incluso puedes leerlo en voz alta para detectar errores de gramática.
Usa fuentes de estilo profesional, como The New Roma, Calibri o Arial para la hoja de vida. Evita los colores estridentes, que restan presentación al documento.
Si vas a añadir una carta de presentación, asegúrate de que incluya datos de importancia y que no repita lo mismo que se encuentra en el currículum. Esta debe aportar valor e indicar de forma respetuosa tu interés en la vacante y por qué eres el indicado.

5. No investigar la empresa

A muchos les ha pasado que se postulan a una vacante, son llamados, entrevistados y luego no obtienen respuesta del reclutador. En ocasiones, esto se debe a que no se investiga a la empresa previamente y el entrevistador lo toma como falta de interés en el cargo. Para evitar cometer este error en la búsqueda de empleo, ten en cuenta lo siguiente:

Tanto al postularse como al ser contactado, es necesario investigar la web de la empresa, las redes sociales y la forma de interactuar con los seguidores.
De ser posible, es ideal investigar el nombre del entrevistador y las funciones del cargo al que te postulas. Si no consigue los datos en la web, llega temprano el día de la cita y habla con la asistente para obtener información.
Puede ser de gran ayuda saber si la empresa ha participado en algún evento, ha tenido reconocimientos o realiza una labor social.

Todos los datos que puedas obtener pueden ser de gran importancia al entablar un diálogo con el entrevistador. Además, es una excelente forma de lograr una mayor conexión, lo que será muy útil al hacer seguimiento.

6. No prepararse para la entrevista

Además de investigar a la empresa y el nombre del entrevistador, son muchos los aspectos que hay que preparar para la entrevista. Si llamaste la atención por tu currículum, ahora es momento de preparar a conciencia el encuentro con el reclutador, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Ensaya las posibles preguntas y respuesta: ¿Qué experiencia tienes? ¿Cuáles son tus aspiraciones? ¿Por qué quieres trabajar con nosotros? Practicar las posibles respuestas te hará ver más seguro y causarás una mejor impresión.
Usa ropa adecuada: Lleva una ropa digna del puesto de trabajo, que sea modesta, formal, discreta, sin lucir provocativa o desaliñada. Recuerda que la primera impresión es muy importante.
No hables mal de antiguos empleadores o puestos de trabajo, ya que es poco ético.
Controla los nervios y el lenguaje corporal.
Puedes preparar una serie de preguntas con respecto al puesto, horario y beneficios. Esto puede ser de gran ayuda en la impresión que le causes al entrevistador.

Resalta de manera prudente tus habilidades, destrezas y conocimientos, así como la disposición a aprender. Practicar y ensayar lo que vas a decir ayuda a evitar el titubeo, las vacilaciones y hasta el nerviosismo.

7. Descuidar las llamadas telefónicas

¿Te gustaría saber por qué no te contratan? Otro de los errores en los que se puede incurrir cuando se busca trabajo, es descuidar el teléfono y no revisar el correo electrónico. Sin embargo, estos son los medios usados para el contacto, tanto para una entrevista como para comunicarnos que hemos sido contratados. Por eso, debemos tener el teléfono siempre disponible, con el volumen adecuado y con una batería suficiente.

También, es necesario cuidar el tono y el lenguaje que se usa al contestar, y evitar las distracciones o los ruidos de fondo. La recomendación es que si no se puede atender la llamada, devolverla lo antes posible para no perder comunicación.

8. No hacer seguimiento a las candidaturas

Uno de los errores que se suele cometer cuando se busca empleo es presentar el currículum, asistir a la entrevista, pero no hacer seguimiento del proceso. La recomendación de los expertos en este sentido es no quedarse de brazos cruzados esperando una respuesta. Es necesario hacer un seguimiento de cada una de las candidaturas, para mostrar interés y proactividad.

¿Cómo se puede lograr? Para ello, puedes enviar un correo electrónico o hacer una llamada telefónica, agradeciendo la oportunidad, reafirmando el interés por el puesto y preguntando por el estado del proceso. Esto puede ayudar al reclutador a recordar la entrevista, el interés y el valor que puedes aportar a la empresa. Eso sí, la idea es no ser tan pesados ni insistentes.

9. No pedir feedback ni aprender de los errores

Un aspecto muy común que se puede ver en los postulantes es que, si no consiguen el trabajo deseado, se rinden y repiten nuevamente el proceso, con los mismos errores. Para evitar caer en esta situación, es necesario pedir feedback al empleador, para saber qué aspectos podemos mejorar, qué hemos hecho bien y también lo que se ha hecho mal. Quizás el detalle es no atender las llamadas a tiempo, un currículum poco profesional o respuestas nerviosas.

Con la información adecuada, se puede aprender de los errores y empezar a trabajar en potenciar los puntos fuertes. También, debemos valorar lo que hemos logrado y lo que hemos aprendido en el proceso, y seguir buscando nuevas oportunidades. Con un nuevo panorama en perspectiva, es posible expandir el campo de acción y lograr conseguir un empleo ajustado a las necesidades.

10. Ser pesimista, aislarte y tener una actitud negativa

La actitud es fundamental en la búsqueda de empleo. La amplia trayectoria en decepciones, errores cometidos y poca productividad puede causar en el postulante un efecto de desánimo, frustración y negatividad. La cuestión es que es una actitud que puede transmitir una imagen poco atractiva a los posibles empleadores e incluso al contacto con el entorno social y profesional.

En cualquier caso, es necesario mantenerse optimista y con una actitud positiva, aprendiendo activamente de los errores para no volver a cometerlos. La idea es mostrar que tienes la capacidad mental para enfrentar los retos y desafíos, así como de adaptarte de forma rápida y fácil. Cambia los pensamientos negativos “no puedo” o “no lo conseguiré” por positivos tales como “estoy en buen camino” y “lo puedo lograr”. Así, podrás impresionar a quienes te entrevisten e incluso a tu red de contacto o amigos.

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