Haz más en menos tiempo! ¡No pierdas el tiempo! ¡Estamos atrasados! Diariamente, la mayoría de quienes llevan una vida laboral activa se enfrentan a situaciones abrumadoras por el cumplimiento de los plazos y por la carga de trabajo. Esta incapacidad para gestionar el tiempo se ha traducido, con el paso del tiempo, en estrés laboral, un estado de preocupación causado por una situación difícil.
Sin embargo, un poco de estrés y preocupación no es malo, porque invita a la acción, pero cuando se vuelve crónico se traduce en consecuencias para el trabajador y la productividad de la empresa. Si te resulta difícil gestionar el tiempo en casa y en el trabajo, no estás solo. A continuación, descubre 10 recomendaciones prácticas y saludables que te permitirán empezar a gestionar el tiempo de forma productiva, alejando el estrés.
1. Escucha a tu cuerpo
El primer paso para empezar a gestionar el tiempo de forma exitosa consiste en escuchar al cuerpo y hacerle caso. Puede que no sientas señales de estrés, pero demostrar irritación, sentir cansancio, resfriarse con frecuencia y sentir dolor en la espalda pueden ser síntomas de esta condición. Por ello, es necesario prestar atención a las señales que envía el organismo para poder actuar y seguir siendo productivo.
El estrés laboral en sus primeras etapas, también puede verse como problemas con los compañeros de trabajo, con la familia y en otras facetas de la vida, empeorando la situación. Otras señales pueden ser malestar estomacal, problemas para dormir, sensación de insatisfacción, ira, carácter explosivo, dolores de cabeza y presión en el pecho. Si no se trata a tiempo, esta sensación puede empeorar.
2. Planifica la jornada laboral y organízate
Una vez que determinaste que estás empezando a sufrir de estrés laboral, pero no puedes descansar, una buena planificación es la mejor alternativa. Te ayudará a organizar las tareas, establecer prioridades, optimizar el tiempo y evitar imprevistos. Para lograrlo, ten en cuenta lo siguiente:
- Puedes usar una agenda, un calendario o una aplicación que te permita visualizar los objetivos, plazos y actividades. Así, podrás distribuir tu carga de trabajo de forma equilibrada y realista, sin sobrecargarse ni procrastinar.
- Describe tu puesto de trabajo. Puede que sea necesario revisar las funciones de tu puesto de trabajo, para evitar estar realizando cosas que no te corresponden. De esta manera, podrás saber lo que se espera de ti y tener mayor control.
- Organízate. Diariamente realiza una serie de pendientes y establece prioridades que puedes resolver por orden de importancia. Así, podrás cumplir con todas las tareas sin inconvenientes.
3. Establece límites y aprende a decir No
En la actualidad, con las nuevas tendencias tecnológicas y las herramientas digitales, es muy fácil caer en el trabajo 24/7. Esto hace posible que no haya una línea entre las actividades personales, familiares, sociales y laborales. Sin embargo, no puedes hacerlo todo ni complacer a todo el mundo. Es necesario poner límites y decir no a algunas peticiones o demandas que sobrepasan tus responsabilidades.
Una recomendación que puede ser efectiva es aprender a decir no de forma asertiva y respetuosa. Es la forma más sencilla de proteger tu tiempo, tu espacio y tu bienestar, sin generar conflictos ni resentimientos. Establece una línea marcada que diferencie la jornada laboral, sus implicaciones, las actividades del día y la planificación, solo así tendrás el control.
4. Toma descansos regulares
¿Estás sintiendo molestia, enojo y estrés? Trabajar sin parar no es bueno ni para tu salud ni para tu productividad. Por ello, es necesario que tomes descansos regulares para desconectar, relajarte y recargar las pilas. Algunas recomendaciones que pueden ser utilidad son:
- Aprovechar estos momentos para estirarte, respirar, tomar un café, comer algo saludable, charlar con alguien o hacer algo que te guste.
- De ser posible, sal a caminar por unos minutos y practica técnicas de relajación alejado del entorno laboral. Si no puedes salir, ubícate en una zona aislada, cierra los ojos y respira lentamente por unos minutos.
- Lo ideal es que te tomes un descanso de 10 minutos cada hora o cada dos horas, y que desconectes totalmente del trabajo al finalizar tu jornada.
Además, no pospongas más las merecidas vacaciones y utilízalas para descansar, alejado de todos los factores estresantes. Muchos esperan los días libres para realizar algunos trámites o pendientes, esto solo puede empeorar la situación de estrés.
5. Cuida la alimentación y tu hidratación
Aunque no lo parezca, lo que comes y bebes influye en tu estado de ánimo, energía y tu concentración. Por eso, los profesionales siempre recomiendan vigilar de cerca la alimentación y tomar mucha agua. Dentro de los consejos que pueden ser muy útiles se encuentran:
- Evita el consumo excesivo de azúcar, cafeína, alcohol o “comida chatarra”, que pueden alterar el sistema nervioso y generar ansiedad. Las dietas altas en azúcares procesados pueden afectar la función cerebral y causar depresión.
- En su lugar, opta por alimentos frescos, variados y nutritivos, que aporten vitaminas, minerales y antioxidantes. Una dieta variada en fibra, proteínas, ácidos grasos y carbohidratos mantiene las hormonas equilibradas.
- Además, bebe agua con frecuencia para mantener tu cuerpo hidratado y tu mente despejada.
Incluye dentro de las comidas diarias algo de chocolate negro, frutas y verduras, las cuales contienen antioxidantes que reducen el cortisol, que es la hormona del estrés. Por su parte, el pescado, los cereales integrales y los lácteos ayudan a aumentar la serotonina, dormir mejor e incluso nutren el cerebro.
6. Practica ejercicio físico y aprende técnicas de relajación
Dentro de la gestión del tiempo debes incluir el ejercicio, la relajación y la meditación. Estas son herramientas útiles para reducir el estrés laboral, ya que mejora el ánimo, reduce la tensión, fortalece el sistema inmunológico, ayuda a calmar tu mente, a controlar tu respiración y a liberar las emociones negativas. No tiene que ser algo muy estricto, ya que con solo 30 minutos, tres veces a la semana, puedes sentir el cambio.
Prueba con caminar, correr, nadar, bailar, hacer yoga o cualquier otra cosa que te haga sentir bien. También, existen diferentes técnicas de relajación y meditación que puedes aprender y practicar, como la respiración diafragmática, la relajación muscular progresiva, el mindfulness o la visualización. Puedes hacerlo por tu cuenta o con la ayuda de un profesional, en un lugar tranquilo y cómodo.
7. Evita los conflictos con los compañeros de trabajo
Un aspecto que puede anular el buen efecto de hábitos positivos y contribuir al estrés laboral es tener conflictos con los compañeros de trabajo. Sin embargo, es casi imposible escapar de estas situaciones, pero si puedes mantenerte alejado lo más que puedas. Algunas recomendaciones útiles son:
- No a los chismes. Fomenta la comunicación sana, siendo flexible y adaptándose al temperamento de los compañeros de trabajo.
- Evita dar opiniones personales sobre religión, política y otros temas de índole personal. La diferencia de opiniones puede llevar a una falta de respeto, lo que empeora la situación de estrés.
- De igual manera, el humor colorido dentro del entorno de trabajo puede ser contraproducente, por eso mantén la distancia.
Si es posible elige un equipo que trabajen bien y que tenga una ética profesional que inspire, respete y te ayude a ser mejor persona. En caso de conflictos, será menos estresante manejarlo.
8. Busca el equilibrio entre el trabajo y la vida personal
El trabajo no lo es todo en la vida, sí es importante, pero no debe ocupar todo tu tiempo ni toda tu atención. Por ello, es necesario que busques el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, respetando los horarios, los espacios y tus necesidades. Algunos aspectos que te pueden ayudar a gestionar el tiempo y evitar el estrés son:
- No lleves el trabajo a casa, ni te lleves los problemas personales al trabajo. Esto solo empeorará ambas facetas y será mucho más difícil gestionarlo.
- Establece una rutina que te permita cumplir con tus obligaciones laborales, pero también con tus compromisos personales y con tu propio cuidado.
- Dedica tiempo a tus aficiones, a tu familia, a tus amigos y a ti mismo. Realizar cosas que te diviertan, te relajen y te enriquezcan te ayudará a desconectar del estrés laboral, a recuperar tu motivación y a disfrutar más de la vida.
- No dejes que el trabajo te quite el tiempo y el espacio para hacer lo que te hace feliz.
Cuando todo está en su lugar, el momento de trabajar será para trabajar, lo que se traduce en una mayor motivación, productividad y mejores resultados. Sin dudas, tu cuerpo, tu familia, amigos, compañeros de trabajo y jefe, te lo agradecerán.
9. Cultiva una actitud positiva y optimista
Mantener una actitud positiva y optimista es una forma de gestionar el tiempo y evitar el estrés laboral. Si tienes una actitud negativa y pesimista, verás todo como un problema y te sentirás frustrado, desanimado y estresado, lo que tomará más tiempo culminar las tareas. En cambio, si tienes una actitud positiva y optimista, verás las dificultades como retos y oportunidades, por lo que sentirás confianza y tranquilidad.
Sin dudas, la forma en que piensas y sientes sobre tu trabajo influye en cómo lo afrontas y lo vives. Para cultivar una actitud positiva y optimista, puedes practicar la gratitud, el humor, el autoelogio y el pensamiento constructivo. Esto se notará tanto a nivel personal, como en el ambiente de trabajo, el cual será más relajado.
10. Haz buen uso del tiempo
Además de planificar, establecer prioridades, cuidarte y evitar los conflictos, es necesario hacer buen uso del tiempo que tienes a disposición. Respeta el plan, no aceptando más trabajo del que puedes abarcar y eliminando elementos distractores. Algunos consejos útiles son:
- Limita el uso del teléfono. Ahora, en el celular se puede tener una amplia variedad de redes sociales, sistemas de mensajerías y estar conectados a foros y chat. Si no se usa con prudencia, se puede robar tiempo del trabajo, lo que se traduce en retrasos.
- Usa aplicaciones de administración de tiempo. De ser necesario, usa aplicaciones que ayuden en la agilización de ciertas tareas con recordatorios y procesamiento de datos para facilitar el trabajo. Cualquier herramienta o software es de gran ayuda.
- Evita la multitarea y elige fragmentar las actividades. Se ha determinado que la estrategia de hacer varias cosas a la vez, afectan la precisión y la velocidad. Por ello, una cosa a la vez.
En conclusión, gestionar el tiempo no tiene por qué ser un desafío ni una causa de ansiedad. Recuerda que el estrés laboral no es inevitable, pero se puede prevenir y controlar con una buena organización, comunicación, una buena actitud y un buen autocuidado. Toma el control y mejora tu productividad.