A medida que el mundo laboral post pandémico recupera el equilibrio, surgen nuevos retos y desafíos que causan incertidumbre en cuanto al futuro. Por una parte, los crecientes temores de inflación y recesión están en aumento, lo que se suma al desempleo, la crisis de contratación y la reducción de los recursos financieros. Además, el mundo laboral está en constante cambio y evolución, lo que supone un reto para los trabajadores adaptarse a las nuevas demandas, tecnologías y condiciones del mercado.
Esta situación puede generar una sensación de inestabilidad, vulnerabilidad y temor, lo que hace que el cerebro se active en modo supervivencia. Esto se traduce en un impacto negativo sobre el bienestar emocional, físico y financiero de los trabajadores, así como a su productividad y desempeño en la organización. Muchos empiezan a sobreestimar las amenazas y subestimar la capacidad para manejarlas.
Por eso, es importante saber gestionar la incertidumbre laboral, es decir, la falta de certeza o conocimiento sobre el futuro profesional. A continuación, descubre algunas claves para afrontar la incertidumbre e inseguridad laboral con éxito, tanto si estás buscando empleo como si quieres mejorar tu situación actual.
¿Qué es la inseguridad laboral?
Según la OIT, la inseguridad laboral se define como la sensación personal de amenaza que poseen los empleados con respecto a la posibilidad de continuar en sus puestos de trabajo. También, hace referencia a la inseguridad que tienen los empleados que poseen contratos de empleo inestables, lo que genera insatisfacción laboral e incertidumbre con respecto a lo que le depara el futuro.
La inseguridad laboral puede ser causada por varios factores, como la fluctuación económica, los cambios en el mercado laboral, las nuevas formas de trabajo, las reducciones de personal o la automatización de procesos, entre otros. Estos factores pueden afectar la salud mental y física, la motivación, autoestima, confianza e incluso las relaciones con los compañeros.
10 claves para enfrentar la inseguridad laboral con éxito
Para empezar, es necesario destacar que la incertidumbre e inseguridad laboral no es algo que podamos controlar totalmente. Sin embargo, sí podemos desarrollar algunas habilidades y estrategias que nos permitan afrontarla con mayor resiliencia, es decir, con la capacidad de superar las adversidades y fortalecernos en el proceso.
A continuación, apunta 10 claves para gestionar la incertidumbre laboral, basadas en las recomendaciones de expertos en el tema:
1. Sé flexible y adaptable
¿Es siempre mala la incertidumbre laboral? No lo es tanto porque, aunque es muy incómoda, es un elemento motivador que invita a la acción. Sin embargo, hay que aprender a responder de forma efectiva al cambio y la novedad, regulando tu conducta, pensamientos y emociones. Mantén una actitud abierta, flexible y positiva ante las posibles oportunidades que puedan surgir.
Asume los cambios como parte del crecimiento personal, entendiendo que todo es parte de un proceso o de un plan que al aceptar sin resistencia, la incertidumbre desaparece. Si algo hemos aprendido en los últimos años es que todo puede cambiar de la noche a la mañana. Por ello, adaptarse y mejorar es la mejor manera de sobrellevar los cambios en un mundo tan dinámico.
2. Agudiza la “tolerancia a la incertidumbre”
¿Sabías que los empleados que viven con inseguridad laboral tienen peor salud general y más depresión que los empleados que realmente pierden su empleo? La forma de pensar en tiempos de incertidumbre es lo más poderoso que puedes controlar, ya que es una situación que está fuera de tu control. La incertidumbre da miedo, pero el miedo no es preparación, solo añade otra capa de estrés que puede comprometer el sistema inmunológico, volviéndote más vulnerable.
La recomendación de los expertos es cambiar tu perspectiva y recordarte que de todo lo que sucede pueden salir cosas positivas y beneficiosas, siendo un punto de inflexión. Este planteamiento incrementa la tolerancia a la incertidumbre, alivia la espera y genera el equilibrio deseado para que el cerebro pueda anticipar resultados positivos y negativos de manera uniforme.
3. Invierte en ti mismo
Durante el proceso de inseguridad laboral, cuidar de sí mismo a nivel físico, mental, emocional y espiritual es clave para gestionar la incertidumbre. Por ejemplo, para cuidar la salud puedes realizar actividades que te sean placenteras, relajantes y saludables. Intenta olvidarte por unas horas de los problemas en el trabajo y dedica tiempo a la familia, amigos y aficiones. Practica alguna técnica de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración consciente.
Si la empresa donde trabajas no ofrece seguridad psicológica, créalos con pequeños descansos y meditaciones que se superpongan sobre el flujo de trabajo durante la jornada laboral. También, puedes mantenerte en forma durmiendo, haciendo ejercicio y comiendo una dieta balanceada. Evita la comida chatarra, el exceso de alcohol y los comportamientos poco saludables que parecen reducir la ansiedad a corto plazo, pero en realidad aumentan los niveles de estrés a largo plazo.
4. Sé creativo y crítico
Una forma de enfrentar la inseguridad laboral con éxito es dar rienda suelta a la creatividad y diseñar un plan A, B, C, D e incluso hasta la Z si es necesario. Busca nuevas soluciones a los problemas de una manera poco convencional, utilizando el pensamiento lateral y la innovación. Una buena idea es analizar la información con rigor y criterio, reconociendo patrones, argumentos y falacias, que puedes poner por escrito. Esto da mucha tranquilidad, ante un imprevisto.
Una recomendación que a muchos les ha resultado muy útil es “concentrarte en lo que puedes controlar”. Busca hasta descubrir cosas que puedas gestionar y pequeños escapes que te hagan feliz mientras estás en un período de espera inseguro. Disfruta de las pequeñas cosas que esperas y que te traen alegría, como por ejemplo: hacer jardinería, invitar a amigos a cenar, leer una buena novela, hacer arte o ver una comedia.
5. Frena el exceso de preocupación
La rumia o preocupación excesiva puede ser involuntaria y repetitiva, lo que te distrae de hacer cosas que realmente si son necesarias. Para reducirla o frenarla, puedes practicar algunas técnicas de relajación, meditación, realiza actividad física y planifica lo que vas a hacer. Un acto de empoderamiento que te distrae de la preocupación es hacer algo por alguien que lo necesita.
Se ha demostrado en algunas investigaciones que hacer algo por los demás, especialmente cuando se está pasando por una situación de desánimo, crea una mejor salud emocional, se genera paz interior y mayor autoestima. Por ello, tómate el tiempo para visitar a un amigo, a alguien enfermo, a un familiar, ser voluntario para una organización benéfica o mostrar un acto de bondad al azar. Estas acciones te harán sentir útil, ayudándote a replantear el futuro.
6. Sé proactivo y busca la oportunidad en la dificultad
No esperes a que las cosas pasen, sino que toma la iniciativa para anticiparte a las necesidades, busca oportunidades y resuelve dificultades. Desarrolla un plan de acción con objetivos claros, realistas y medibles que te permitan adquirir habilidades que faciliten la integración con las nuevas tendencias. Estudios señalan que entrar en un entorno desconocido aumenta la tendencia del cerebro a absorber información adicional.
En ese mismo orden de ideas, se estima que la incertidumbre y la inseguridad pueden ser saludables para el cerebro, en cierta medida, porque se aprende más en situaciones de riesgos, es decir, en circunstancias que no son seguras. Estas conclusiones refuerzan la importancia de salir de la zona de confort para cultivar una mentalidad de crecimiento, desarrollar resiliencia, tener éxito y prosperar.
7. Diversifícate
En un mundo de constante cambios, lo ideal es diversificar los ingresos y ser ágil, es decir, moverse con soltura, habilidad y rapidez ante los escenarios que se presenten. No delegues la tarea de dar seguridad laboral a un tercero, por el contrario, aplica metodologías que te permitan planificar, ejecutar y evaluar tus proyectos de forma insistente, colaborativa y orientada a resultados.
Aunque tengas un empleo, prueba actualizar el perfil como empleado y muestra tu valor, mantente al día con las nuevas tendencias e incluso ahorra dinero. Solo debes hacer un esfuerzo adicional, tomando el control de los logros y alejando el estrés. Así, te centrarás en lo positivo y no en las dudas, lo que se traduce en mayores ingresos.
8. Actualiza y amplía tus conocimientos y habilidades
Aprovecha el tiempo para aprender un nuevo idioma, y ampliar las habilidades tanto técnicas como transversales, para estar al día de las tendencias y demandas del mercado. Aprovecha las oportunidades de formación y capacitación que se te ofrezcan de forma presencial o en línea, dedicando un poco de tiempo a ser más competente para hacer frente al mercado laboral actual.
Prueba desarrollar habilidades de organización, gestión del tiempo, técnicas de liderazgo y asistencia, un valor que puede ser útil en cualquier empresa. La recomendación es trabajar en las expectativas, manteniéndolas ajustadas a la realidad y cumpliendo los objetivos de a poco para lograr impulsar el futuro.
9. Busca la ayuda necesaria
¿Te está costando hacer frente a la inseguridad laboral? Pide ayuda. Hablar con un profesional de la salud puede ser el primer paso para evitar la ansiedad y los efectos negativos que puede traer la incertidumbre. Pide las herramientas que te ayudarán a tratar la situación de forma positiva.
También, desarrolla habilidades sociales y mantén una red de contactos sólida y diversa, que te pueda brindar apoyo, información, orientación y oportunidades. Según el campo de trabajo, puedes participar en eventos, foros, redes sociales y otras plataformas que permitan relacionarte con otros profesionales para recibir la inspiración que necesitas.
10. Sé realista y acepta la incertidumbre
Una forma adecuada de gestionar la inseguridad laboral y el estrés que esta causa es aceptar la realidad tal y como es, sin negarla ni idealizarla. Por el contrario, si la incertidumbre te resulta inaceptable, aumentará el miedo y terminarás en una guerra personal que te llevará a resistirte a la situación, en lugar de vivirla. Por ello, sé consciente de tus limitaciones, de que no puedes cambiar las circunstancias y no te obsesiones con el futuro.
En estos casos, los especialistas recomiendan vivir el presente, prepararse para lo que pueda venir, trabajar en la actitud, confiar en tus capacidades y en tus posibilidades de éxito. Controla lo que puedes, reconoce tus logros y fortalezas, valora el esfuerzo que realizas y deja ir el resto. Enfócate en las soluciones y no en los problemas.